No todos los zombis son iguales


Cristina Monteoliva.- Los que creen que los zombis son todos iguales están equivocados. En realidad, estos monstruos antropófagos que salen de la tumba para hacérselo pasar muy mal a los vivos pueden dar mucho de sí. Como prueba de ello pondré por ejemplo Carne Muerta, la novela de David Mateo.

Imagina que el 12 de noviembre de 2011 sesenta depósitos virales se activaran a lo largo y ancho del mundo para producir dos días más tarde la muerte de todos los hombres del planeta. A ese día, el 14 de noviembre, se le denominaría el Día del Olvido. Tras él vendría el mismísimo infierno en vida para las mujeres. Y es que los hombres, en vez de quedarse quietecitos en sus tumbas, volverían a la vida como monstruos deseosos de acabar con las hembras de su especie. Pero, ¿qué pasaría si ellas opusieran resistencia? ¿Y si, además, consiguieran sobrevivir lo suficiente, algunas, como para buscar explicaciones y un futuro para la especie? Las respuestas a estas preguntas y otras muchas las encontraréis dentro del libro. Aun así, dejad que os cuente un poco más de esta sangrienta a la par que original historia.

Carne muerta es la historia de montones de mujeres acosadas por los monstruos que un día fueron sus padres, maridos, hijos o simplemente compañeros de trabajo; pero, sobre todo, es la de Joana y María, dos mujeres tan dispares como parecidas en valentía.

Joana, por un lado, es una científica encarcelada por sus experimentos, una visionaria la mar de necesaria en un mundo que se derrumba y que busca soluciones de futuro. Tras su salida de prisión a manos de las fuerzas armadas en el poder, la hasta entonces reclusa vivirá una serie de experiencias de lo más interesantes para los lectores ávidos de acción. Lo mejor (o lo peor, según se mire) llegará en su incursión en un Madrid de pesadilla, una urbe tomada por distintos grupos de rebeldes que nos harán recordar a la mítica saga Mad Max y a otras posteriores. Si la aventura da buenos resultados o no solo lo sabremos al final del libro. Y, como se suele decir, hasta ahí puedo leer.

Por otro lado, como decía antes, tenemos a María, una novicia que ha de huir del convento en el que está recluida la noche en que éste es tomado por una horda de zombis que no dudan en acabar con todas las monjas. María es una mujer marcada por su pasado, al igual que Joana, aunque por otros motivos. Su periplo por tierras del norte la llevarán primero a conocer el horror de una loca para, más tarde, conocer el de otra. Su destino queda finalmente unido al de una niña prodigiosa, una pequeña a la que envuelve el misterio. (Un misterio que se supone que quedará resuelto en una segunda parte de lo que se supone una saga).

Con respecto a los zombis de esta novela, además de ser todos hombres y misóginos a más no poder, presentan características como el aspecto extraño después de la muerte (además de la putrefacción típica de su estado de no vida), su odio a la luz solar y su fuerza descomunal. Lo del odio a la luz recuerda a los vampiros, ¿verdad? No es de extrañar, sin embargo, si tenemos que los zombis y los vampiros tienen, en el folclore popular, un mismo origen; lo que sí es curioso es que David Mateo incluya en su obra a una mujer que recuerda sobremanera a la condesa Bathory, la condesa sangrienta, aquella que torturara a jovencitas hasta obtener su última gota de sangre. Espeluznante es el capítulo en el que conoceremos a la reencarnación de la verdadera vampira y sus técnicas, mucho más que cualquier otra cosa, en mi opinión, que podáis leer en este libro.

También encontramos guiños a Mary Shelley y su Frankenstein, y ya en tiempos más recientes, a genios del género zombi como George A. Romero y Max Brooks, entre otros. Pero no me extiendo más en este tema. Mejor os leéis el libro y buscáis vosotros mismos todas las referencias.

Carne muerta es una novela apocalíptica de terror con mucha sangre pero a la vez grandes dosis de intriga; una obra que nos quiere hacer ver, entre otras muchas cosas, que en un mundo acabado no solo los hombres serán unos monstruos para las mujeres, sino que también lo peor de muchas de ellas (nosotras) podría salir a la luz con nefastas consecuencias. Da mucho que pensar al mismo tiempo que hace pasar un buen rato a los amantes del género de terror. Para mí, es una de las mejores novelas de zombis españolas. Ojalá haya una segunda parte.

David Mateo, Carne muerta. Dolmen Editorial, Palma de Mallorca, 2013.






LÓPEZ MONDÉJAR EN LA TRINCHERA DE LO SENSORIAL


El título de este libro apunta directamente al concepto abierto de familia, cuyo fondo creativo es prácticamente infinito. La familia, como sostiene la autora, es «ambivalente», es un tejido cuyo material es el cariño y la cólera, trenzados de manera indisociable, una tela que es nuestra piel espiritual, de la cuna al ataúd. Estos cuentos son modernos, cosmopolitas, poblados de personajes con una agitada vida interior que la autora retratao como una escritora impresionista, para punzarnos el alma con microdosis de descripción pasional, explorando pormenores, casi como una puntillista del sentir humano. La mayoría de las piezas que hallamos en “Lazos de sangre” son largas, rozando por momentos el calificativo de ‘novela corta’. Esta condición formal es propicia para que la autora consiga crear un ‘ambiente’. López Mondéjar ofrece eso, un ‘ambiente’, y no en una novela, sino en un libro de relatos, que es muchísimo más difícil de lograr. LEER MÁS



 ELVIRA DAUDET 
Y LA POÉTICA DE LA VERACIDAD

De una humanidad sin concesiones, el Cuaderno del delirio de Elvira Daudet es, por buscarle una definición que pudiera servirnos, la expresión más honesta y prodigiosa de lo que yo bautizaría, sin temor a tachaduras, como Poética de la Veracidad. Y sin embargo, en esa verdad de la poeta, no hay una sola coma que no se ciña a su vez a la belleza incontestable y sangrante de la palabra. Si el dolor existe, que sea hermoso; si el desamor me mata, que la sangre que mana sea transparente; si la vida duele, que me acompañes tú, lector, en mi dolor, como un hombro propicio al rescate, como un cómplice del desamparo. LEER MÁS


+NEILA Y LA ESCRITURA FRAGMENTARIA

Pensamientos de intemperie constituye una excelente ocasión para constatar que el género aforístico en España está en buenas manos, y se encuentra muy lejos de ceder a los cantos de sirena de la facilidad y el ingenio barato, proporcionándonos por el contrario numerosas ocasiones para el deleite intelectual, estético y moral. No en vano, este libro no ha sido escrito en un rapto de la inspiración momentánea, sino que es una amplia y cuidadosa selección de los cuadernos que, durante años, ha ido escribiendo Neila, poseedor de un dominio de la técnica fragmentaria y profundor conocedor del género. El resultado es un completo acierto. LEER MÁS


  ARRABAL (NO) CUMPLE CIEN AÑOS

El pasado 11 de agosto, Fernando Arrabal (Melilla, 1932) cumplió 80 años. A modo de homenaje, el escritor y editor Raúl Herrero ha reunido una serie de artículos y estudios en torno a la figura del insigne patafísico, así como un vistoso muestrarrio de poemas, piezas teatrales y diversos artefactos que rinden abierto y devoto tributo al escritor norteafricano. Por un lado este libro incluye una pequeña antología de textos ya publicados en diversos medios y soportes, al tiempo que agrupa un abundante número de trabajos y creaciones inéditas, lo cual le confiere una naturaleza híbrida excitante y vertiginosa, dándole a la lectura del volumen cierto empaque de viaje iniciático y vórtice retrospectivo. LEER MÁS


MARCEL SCHWOB Y LA TEORÍA DEL PÉNDULO

En El deseo de lo único. Teoría de la ficción nos encontramos con un engranaje heterogéneo de ensayos diversos en los cuales Marcel Schwob nos presenta -de forma divertida en ocasiones, mediante complejas argumentaciones y conocimientos eruditos en otras- sus teorías sobre el lenguaje, su forma de comprender la labor del biógrafo, su estudio de Hamlet o sus reflexiones filosóficas sobre el amor, el terror o la piedad. Se trata de un libro sugestivo, lleno de aristas, que nos muestra a un filósofo peculiar, a un teórico del lenguaje fascinado por el argot y el lenguaje popular y a un profundo estudioso de los clásicos de la literatura. LEER MÁS

OTRA VUELTA DE TUERCA:  ROAS 
Y LA DEFINICIÓN DE LO FANTÁSTICO

Tras los límites de lo real nos invita a adentrarnos en el apasionante mundo de la literatura fantástica. Galardonado con el Premio Málaga de ensayo 2011, el libro de David Roas analiza, desde una perspectiva personal, el sentido de lo fantástico en relación a la mímesis, lo que resulta una paradoja inquietante, pero al mismo tiempo, genera una atracción hacia ese género tan impactante que da cabida a experiencias que el ser humano no es capaz de descifrar utilizando la razón. Estas experiencias son tanto más epatantes cuanto mejor insertas están en la cotidianidad. Sobre esta idea principal, el autor analiza detalladamente los rasgos que caracterizan a la literatura fantástica, desde sus orígenes hasta nuestros días. LEER MÁS

TRAPIELLO ANTE EL ESPEJO DEL TIEMPO

Si Hölderlin aseguró que "lo que dura, lo fundan los poetas", es probable que Andrés Trapiello se conformase con una versión menos ambiciosa (o presuntuosa) de esta frase, tal vez: lo que dura, lo reflejan los poetas. Ante todo, porque lo captan, lo acogen y, sólo después de cerciorarse de su carácter genuino, cierto, lo vuelcan en un papel en versos fijos, pulidos y esplendorosos. ¿El poeta como un copista? Tampoco tan poco, pero casi que así. Y de ello deja cumplida constancia el poeta leonés en su último poemario publicado hasta la fecha, Segunda oscuridad, editado por Pre-Textos tras varios años de silencio editorial, donde las visiones de la naturaleza y la percepción del paso del tiempo asaltan al escritor para que les dé cumplida respuesta. Y con sobrada solvencia poética. LEER MÁS